Apéndice 1. El Que los quería unir a todos. Por Oriol / Rai

Estos hechos ocurrieron poco antes que las crónicas de Jack Spenser, el de la mente rápida i los inventos prodigiosos.
Horas antes el conocido como “Carioca”, alejado por el destino de su familia y orígenes trataba de fraguar una nueva familia. Llevaba tiempo con sus nuevos compañeros de sangre que día a día se volvían más cercanos, más hermanos que compañeros. Para el todo estaba volviendo atrás como cuando hacia los estudios superiores recién llegado a Seattle, había ley en la calle pero no justicia, tampoco para los muertos. Cada día, cada encuentro con sus compañeros era una aventura asegurada, una oportunidad de ayudar de descubrir que escondía aquel mundo nuevo y sus nuevas habilidades, la justicia pensaba, no podía tener mejor aliado.
Todo aquello, aunque excitante y alentador, no podía sufragar la perdida de lo único que siempre le había acompañado, su madre y los amigos que llamaba familia. Por eso Rai quería poder llamar hermanos a sus compañeros i por eso ese día quería empezar a fraguar una nueva familia. Debía en primer lugar conseguir la información relativa a un tipo sospechoso, un tipo relacionado con aquel Aria que había secuestrado ante sus narices a Alexander, el prometido de Sara. Aquello era intolerable, la noche anterior no había podido hacer más pero aquello no era consuelo suficiente, los hermanos se cuidan los unos a los otros. Así pues aprovecho sus influencias y contactos como policía que era, para obtener información de un tipo llamado W. Carpenter. El único rastro que tenían del Aria.
Sin dudarlo, Rai despertó a su superior i le pidió ayuda en el tema al mismo tiempo que intentaba corregir un grave error. Pues descubrió que habían encontrado uno de los camellos a los que había ajusticiado con evidentes marcas de vampiro y después de la farsa de juicio a la que había asistido, prefería no tentar mas a la suerte.
El “El Carioca” hizo una chapuza para intentar ocultar las marcas de colmillo y logro modificar y archivar el caso pero debido a la excitación del momento y a urgencia que tenia para con sus hermanos olvido las cámaras de seguridad. Su mente no pensaba en Rai sinó en Alexander y el tipo vestido de paramilitar que lo agarraba por la garganta. Por eso cuando esquivaban las cámaras de la casa del goul había algo que le perturbaba aunque no lograba adivinar lo que era.
Rai también aprovecho la ocasión para intentar hacerse con un vehículo digno para el grupo entero, un furgón blindado o algo por el estilo, un “tanque” que los pudiera transportar a todos JUNTOS de un lugar a otro de la forma más segura. Pero aquel no era el día indicado.
“Carioca” salió satisfecho de comisaria, sabiendo que había logrado seguir la pista que le había dado Sara y ignorado que la mascarada podía haber sido descubierta.
Solo esperaba que estuvieran a tiempo de lo que fuese.